¿Cómo encontrar tu tono ideal de base de maquillaje?

Sin duda alguna, una de las partes más complicadas del maquillaje es poder encontrar una base que se difumine de excelente forma en nuestra piel. Esto ya que la gran mayoría de las marcas de maquillaje manejan números de tonos de base en lugar de nombres, lo cual para muchas personas puede llegar a ser muy confuso ya que no están del todo conscientes cual es el que mejor se acomodará a su piel. Es por este motivo, que en este artículo te vamos a contar todo lo que necesitas saber para encontrar el tono ideal de base de maquillaje.
Procura identificar el color y sub tono de tu piel
El color de nuestra piel, puede ser muy sencillo de reconocer, ya que muchos saben que existen quienes tiene la piel clara, la piel canela y la piel oscura, por lo que probablemente este paso sea el más sencillo. Una vez que sepas el color de tu piel, es momento de hablar del sub tono. Este sub tono se refiere al color que sale de la piel por debajo de su superficie. Los sub tonos de la piel son de tres tipos: pueden ser cálidos, neutros y fríos. Para identificarlo te contamos de dos pruebas que puedes realizar:
La primera es la prueba de la muñeca donde uno debe comprobar el color de tus venas. Si las venas son de color púrpura o azul, eres de sub tono frío, mientras que si son de color verde u oliva, eres cálido. Finalmente, si es que no puedes determinar el color dominante, eres neutral. Ahora bien, la prueba del sol consiste en reconocer si tu piel se pone roja cuando te expones al sol, tienes un sub tono frío. Por el contrario, si te bronceas fácilmente al sol, tienes un sub tono cálido.
Aprende a elegir el tono de la base de maquillaje a partir de las muestras
Una vez que conozcas el color de la piel y el sub tono de la misma, es hora de la búsqueda del tono adecuado de la base de maquillaje. Lo más probable es que ya tengas un puñado de tonos de bases de maquillaje entre los que elegir. En este caso, lo mejor es probar los tonos en tu piel y encontrar la combinación perfecta.
Empieza por seleccionar tres tonos que te parezcan adecuados según tu sub tono, es decir tonos más fríos o cálidos. A continuación, aplica un poco de cada tono en forma de líneas cortas en la línea de la mandíbula dejando pequeños espacios entre cada base para que puedas diferenciarlas sin problema. No te fijes sólo en el rostro para tomar la decisión final, sino también en el cuello. La base de maquillaje que elijas debe combinarse a la perfección tanto con el rostro como con el cuello, por lo que debe emparejar ambas zonas.
Consigue el tono de base de maquillaje ideal para ti
De las tres muestras, elimina las dos que no te convenzan. Ahora, extiende el tono final en la línea de la mandíbula y pasa un bastoncillo de algodón empapado en desmaquillante justo en el centro. Si no notas ninguna diferencia entre la base de maquillaje y la piel desnuda, esa es la base que necesitas. Pero, si ves una diferencia entre ambas, este tono no es para ti. Finalmente, no olvides que puede que existan pequeñas variaciones, ya que puede ser muy complicado encontrar un color exactamente igual, sin embargo, si se puede escoger el que más nos funcione.
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